«Kuki» significa «tallo» en japonés, por lo que los tallos y las venas de las hojas son el principal componente de esta especialidad, que en el curso del procesamiento producen un té fresco y fragante. Con un contenido casi nulo de cafeína.

Los sabores cítricos se combinan muy bien con el té verde y en este caso, viene acompañado de un agrable roque floral.

Una mezcla deliciosa a base de esencias naturales de mango y piña, aderezada con un suave y agradable toque floral.